viernes, 28 de febrero de 2014

CAPITULO 2.13: LA JUSTICIA DE DIOS Y DE LOS HOMBRES


 
Yo estaba atento a la llegada de la marcha a la Fiscalía. Teníamos todo planeado para acusar a Leonardo. Hasta un juez tenía una sentencia de treinta años de cárcel por terrorismo y homicidio una vez que se ejecutara el plan y lo capturáramos. Todos estábamos de civil y teníamos el blanco bien definido. Nosotros estábamos en la calle Sur 15, esperando a que Leonardo entregara el documento para comenzar la batalla. La misión era provocar el caos para inculpar a Leonardo. Allí escondidos. Todos los grupos.

 Pero algo salió mal. Esta gente del “COLECTIVO”, salió antes de lo que teníamos planeado. Gente estúpida y desorganizada ¡Yo insistí que usáramos solo camaradas del SIBOL! Pero Nicodemo, el estúpido ese nos metió a esa gente por los ojos.



Comenzaron a incendiar los vehículos de la PTJ, antes de lo pautado y los estudiantes marchantes trataron de dispersarse. Salieron entonces los COLECTIVOS que estaban dentro del edificio de la Fiscalía a arremeter a tiros a todos los marchantes.

Entonces recibí la orden de eliminar el blanco: Nuestro leal amigo “MONCHO”, líder del Colectivo Zapatista. Todo debía parecer que habían sido los estudiantes escuálidos. Pero tampoco salió.
 
-¿Quién daba las órdenes?-Pregunta un joven alto de piel blanca, vestido de bata negra al oficial Yofre Cayaza, agente del SIBOL 666.
 
-“Poseidón”.
-¿Quién era “Poseidón”?
 
-Junodado Calígula Descabello.
 
-Conste en el expediente la grabación METG9808432 en la que Junodado Calígula Descabello, alias “Poseidón” da la orden a “tiburón 8” de eliminar a Juan Ramón Yerena alias “MONCHO”. ¿Usted señor Cayaza era Tiburón 8?

-Sí.
-Prosiga con su relato.
Una vez recibida la orden de eliminar a “MONCHO”, este corría hacia nosotros atrayendo al resto de los estudiantes. Entonces le di dos tiros en la cabeza. Pero los estudiantes iban muy rápido, así que Jesús Gabriel, “Gabo”, “Tiburón 6” abrió fuego contra uno de los estudiantes, dándole un tiro certero en la cabeza.
 
-¿Es este estudiante?- de nuevo el hombre alto.


-Si ese mismo. Lo supe después por un video que uno de sus amigos subió a internet.
-Este estudiante es William Acosta.

Es el fin del interrogatorio del fiscal Diógenes Arrieta, en una de las cientos de audiencias a las que son sometidos agentes del SIBOL, IM (Inteligencia Militar) y Guardia Nacional, en el Tribunal Penal Internacional número 3, con Sede en Costa Rica, que juzga los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela, entre 2014 y 2015, años de la Guerra Civíl.
 

Día 05 de Febrero de 2024:
-Y entonces sus compañeros le trajeron a la señorita Shaina Ramírez.
-Sí.

-La echo al suelo, se sentó encima de ella, se quitó el casco y la golpeó repetidas veces…
-Sí.
 
  
-Señorita Yuleika Gómez. ¿Ese es el entrenamiento que recibió usted para situaciones de orden públicos?
-Yo la estaba inmovilizando porque se resistía al arresto.
-Su señoría, respetable jurado, el video que acaban de ver no muestra señales de resistencia alguna. Pero si muestran un ensañamiento desmedido. Incluso vean este cuadro en el que parece que la acusada se ríe de la víctima. Situación que concuerda con su declaración.
-¡Protesto su señoría!- se levanta el abogado defensor.
-No ha lugar- responde el juez.
-¿Por qué Yuleika?
-Era una "Perra Escuálida"- Yuleika arruga la cara y mira en otra dirección.
-Yuleika se te atribuyen otros veinticinco abusos aún peores que este.

Día 06 de Febrero de 2024:
-Entonces usted capturó a los tres jóvenes, dos del sexo masculino y uno femenino.
-¿Que les hicieron cuando los llevaron a detención?
-Óyeme tú yo hice el procedimiento de detención reglamentario en Cuba.
-Cuéntenos.

-Les dimos paliza, corriente en los genitales y bueno usted sabe…
El fiscal estira el cuello y mira fijamente al oficial Nerio Armenteros, de la Guardia Revolucionaria Cubana –No señor, yo no sé, dígame-.
-"Ensartas al Gusano” con el cañón del rifle es lo reglamentario- indica el acusado haciendo un gesto grotezco.
 
Toda la audiencia se escandaliza y el juez llama a orden.
 
-Una pregunta, ¿Llevaba usted un uniforme de estos?- el fiscal levanta un uniforme de la extinta Guardia Nacional.
 


-Sí, señor.
-Señor su procedimiento reglamentario es completamente ilegal en esta institución. Incluso el estatuto de Roma califica este tipo de delitos como atroces. Ni en guerra es permitido ultrajar al enemigo de esa manera señor Armenteros.

 
Día 07 de Febrero de 2024:
 


-Ver%$#a, ve yo nunca estuve de acuerdo con nada de lo que pasó en ese tiempo, ni con las bombas de gas venenoso ni con los cubanos disfrazados como hombres del componente armado.

-¿Capitán Rojas, por qué no hizo nada al respecto?

-Ve primo, lo más que podía hacer era irme de baja o alzarme pero un solo palo no hace montaña mijo.

-Sin embargo prefirió callar y hacerse la vista gorda de todo cuanto pasaba.

El capitán miraba de un lado al otro consternado y luego miró al suelo, al no tener otro alegato para su defensa.

Día 09 de Febrero de 2024:



Después de cumplir la misión nos presentamos ante “Poseidón”, pero este estaba furioso. Todo el operativo había sido filmado por un tal @VenezuelanReload y montado en Youtube desde su celular. Allí salía todo, desde la muerte de “MONCHO” hasta la de William Acosta.


 
Tenía que remediar el entuerto o al menos vengarme de este “pajazo”, así que cuadre con un grupo de “Los Zapateros” y me fui hasta Chacao, que es donde se habían ido los estudiantes a crear disturbios.

Ese tal @VenezuelanReload había sido fotografiado por uno de nuestros francotiradores en la cima de las Residencias Candelarias en la calle donde estábamos y me mandó la foto al celular.

Llegamos a Chacao en una caravana de doce motos y recorrimos el lugar de las protestas. Correteamos a tiros varios grupos de estudiantes. Herimos a cinco para detenerlos pero ninguno era @VenezuelanReload. Hasta que la casualidad me hizo encontrarlo en la calle Gauicaipuro. Frente a frente.
-¿Qué hizo usted?
-Me dijo “Te gané”, alzó las manos y me mostro el celular, lo tenía en la mano derecha. El video que grabó estaba corriendo. Lo supe por el audio. Le di dos tiros en el pecho.
Fin de la declaración del agente del SIBOL 742, Jesús Gabriel, “Gabo”, “Tiburón 6”.
 
Día 10 de Febrero de 2024:


No bueno señol fiscal. Yo solo sé quel gobelnadol noj dijo pol tuitel. “Nada, hay que matalos a todos, tranquilo que no hay güiro, más bien una moña pol cá muñeco”.



Bueno y yo me presenté. Cuando vi lo cualidos yo dije. Bueno este vaquero va jugal tiro al blanco papá. Puro mariqu$#”$ con unas banderitas y unas pancarticas. ¡Nada plomo! Saque la nueve y empecé a repaltil harina pan. Cayeron como bajaritas. De pana no sabía que allí taba una Miss Univelso.
Yo se que a los días me llamaron a Caraca, allá al SILBON es que lo llaman. Bueno y me dijieron. “Chamo tu yerro fuel que mató la miss. Tú sabes pin pan pum. Aquí no ha pasao nada pero bueno, si nos volteas el carro no vas a volvé pa Tocorón resort sino te damos chuleta”.


Interrogatorio a Juzmar Marcano, alias el “CHACO“, líder Pran del colectivo Indio Paramaconi.
 
Segunda declaración de Yofre Cayaza, agente del SIBOL 666 al tribunal:
 
Sucedió que me llamaron de emergencia al comando del SIBOL en plaza Venezuela. Todo pasó muy rápido, los ejércitos de Oriente y Occidente llegaron a Caracas. Cuando llegué a las oficinas era la guerra. La sede del SIBOL estaba en llamas. Los leales al proceso defendíamos la posición, pero era demasiado tarde. Todos los compañeros estábamos afuera corriendo por nuestras vidas. De pronto, parado a un lado de la autopista, los vi. El cuento que echaban los compañeros era real. Entre el ejército de los golpistas estaba un grupo de androides. Nada los derrotaba. Vi mis compañeros caer, así que ordené que huyéramos por el río Guaire. Éramos un grupo de cien. Unos cubanos del grupo avispón vestidos de Guardias, miembros del colectivo Paramaconi y Zapatista, incluyendo a sus líderes,  Guardias Nacionales y el resto compañeros de trabajo.


Fueron tres días de travesía por el río, nunca nos detuvimos, En ocasiones tuvimos que sumergirnos en las aguas nauseabundas y nadar para escapar de nuestros perseguidores, hasta que llegamos a Rio Chico.



Los cubanos lograron llamar a su gente porque tenían un teléfono satelital. Cuando llegamos a la desembocadura del río vimos que cerca de la playa había un yate. Varias lanchas inflables llegaron por nosotros.
Llegamos a Santiago de Cuba a los dos días y de allí viajamos por carretera cinco horas hasta una zona que parecía ser agrícola. Llegamos a una especie de destacamento militar. Allí nos estaba esperando Raúl y toda la plana mayor del secretariado del Partido Comunista Cubano y había muchos soldados.


En el lugar había otros compañeros del SIBOL, los cubanos que nos acompañaban fueron separados del grupo. No sé donde los llevaron. Nos llevaron a un patio, donde Raúl montado en una tarima, dio unas palabras.
-Bienvenidos al MAR DE LA FELICIDAD. Ustedes estarán aquí como nuestros invitados de honor. Mientras tanto nosotros, las fuerzas revolucionarias de Latinoamérica, estaremos luchando para evitar que Venezuela, que nos ha dado tanto, caiga en manos de los fascistas.

No hubo preguntas. No hubo tal fiesta de bienvenida. Nos llevaron a un barracón. Al siguiente día nos llamaron al patio de la instalación. Había una fila de soldados armados y detrás de ellos un par de tanquetas. Un sujeto vestido con un harapiento uniforme verde comenzó a repartirnos machetes, escardillas. Entonces un hombre negro, responsable de la instalación, nos dijo por megáfono:“Sigan las instrucciones del jornalero. Hora de comienzo de la labor 6:00 y final de jornada 19:00. Gánense el pan que comen, EL TRABAJO LOS HARÁ LIBRES”.





En ese momento comprendí que no éramos invitados sino presos. Condenados a cortar caña el resto de nuestras vidas.

Estábamos metidos en una UMAP, aislados, sin saber nada de nuestro país ni de nuestras familias. Por primera vez comencé a sentirme identificado con esos jóvenes que matamos. Con esa gente que estuvimos reprimiendo durante años. Vi morir de hambre y enfermedades a varios compañeros. Cuando llegamos éramos cien y seis meses más tarde quedábamos noventa. Así que planeamos escapar



 

 


 
El plan fracasó al no tener lugar donde ir ni saber donde estabamos. Mataron a cinco compañeros de la Guardia Nacional en el escape. Nostros pudimos matar tan solo a uno de nuestros captores.
 
Nos metieron a todos en casetas de castigo en mitad del campo. Pasamos allí metidos cuatro meses. Lluvia, sol, frío, plagas, inmundicia. De ese castigo sobrevivimos setenta.
 
La esclavitud continuó por nueve años más. Nunca pude llevar la cuenta de los días. Sólo después de ser liberados supe que había pasado todo ese tiempo.

Un día, mientras paleábamos el barro que produjo una tormenta la noche anterior, nos llamaron al patio. Todos harapientos nos presentamos otra vez frente a la columna de soldados y los dos tanques. Estábamos exhaustos. De pronto se sube a un improvisado estrado a la izquierda de los militares, Raúl.


 
-Muchachos, en vista que ya no contamos con la ayuda de Venezuela, desde hace varios años, hemos decidido recortar algunos gastos. Osneibo, ocupate.



El desgraciado de Osneibo. Uno de los enlaces del G2 con el SIBOL, se puso al frente y ordeno nuestro fusilamiento.

Osneibo sacó la pistola CZ que tenía en el cinto y gritó: “Preparen, Apunten…”
Apuntó su pistola contra Raúl y le dio un solo tiro en la cabeza.


Nosotros estábamos paralizados frente a ese hecho. Estábamos presenciando un golpe de estado.
Nos metieron en unos transportes militares y nos llevaron a la Habana. La Habana estaba en llamas, igual que cuando dejamos Caracas. Nos metieron en una cárcel militar. Pasaron dos semanas y fue cuando usted, el fiscal, Diógenes Arrieta nos vino a buscar.
Día 27 de Febrero de 2024, Audiencia de sentencia por el Juez Gaspar Gascón (España):


Yofre Cayaza, por el homicidio de Juan Ramón Yerena, se le condena a veinte años de cárcel.


Jesús Gabriel, por los homicidios de William Acosta y Rodnie Blackman, se le condena a cincuenta años de cárcel.

Obtulio Rojas, por omisión de acciones tendientes a la defensa de los derechos humanos de la población que estaba obligado a proteger, se le condena a veinticinco años de cárcel. 
Yuleika Gómez, luego de leída la lista de crímenes y atropellos cometidos se le condena a dieciocho años de cárcel.

Juzmar Marcano. Por treinta y cinco homicidios cometidos entre 2013 y 2014; se le condena a cadena perpetua.
 
Nerio Armenteros. Por dieciocho homicidios, diez ultrajes e interrogatorios usando procedimientos de tortura, todos crímenes de lesa humanidad; se le condena a cadena perpetua.


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EN MEMORIA DE LOS CAIDOS,
PARTIERON SOÑANDO CON UN PAIS MEJOR
 
 
 No se pierdan el Capitulo 14:


 
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